jueves, 6 de diciembre de 2007

La película de nuestro planeta



Su director, Alastair Fothergill y el equipo de la Unidad de Historia Natural de la productora inglesa de televisión BBC que, por cierto, celebra este año su 50º aniversario, han hecho un trabajo excelente. Por otro lado, un documental de estas características no puede funcionar sin una banda sonora de excepción, compuesta en este caso por George Fenton e interpretada por la Orquestra Filarmónica de Berlín bajo la batuta de Simon Ratle. Con estos ingredientes, podemos imaginar que el documental no puede defraudar. Con Tierra se han empleado a fondo en recursos fílmicos innovadores para conseguir tomas antes jamás filmadas. Por ello, es evidente que cualquier persona sensible con la naturaleza sabrá valorar esta impresionante aportación del séptimo arte, una llamada poética a conservar nuestro entorno. No es una película para sacudir las consciencias, aunque puede que ante la belleza de la Vida que nos rodea quizás pensemos que para sobrevivir como civilización hay que cambiar nuestro estilo de vida. Dadas las actuales dinámicas del cambio climático puede que de los osos polares,elevados en esta película a símbolo de una especie que lucha por vivir en el mismo planeta que los humanos-, pronto sólo tengamos de ellos los documentales. Nadie en la historia del cine ha reunido tanto tiempo, recursos y talento en un único documental. El espectáculo está garantizado.Se representa a la Tierra como planeta afortunado por haber recibido el impacto del asteroide que desplazó el eje de rotación terrestre e inició el ritmo de las estaciones,no hay ni una única escena que no valga la pena admirar,por eso recomiento esta película a todo el mundo que tenga la oportunidad de verla. NO PUEDO PONER VÍDEOS...:s

¿A qué se debe la grabación de la película?

Hace cinco mil millones de años, un enorme asteroide chocó contra el joven planeta Tierra. El impacto fue tan tremendo que hizo que todo el planeta se ladeara un ángulo de veintitrés grados y medio. Pero lejos de ser una catástrofe, este accidente cósmico fue crucial para la creación de la vida y el mundo tal y como lo conocemos hoy en día. Sin la inclinación de la Tierra, no tendríamos una variedad tan e
spectacular de paisajes, ni extremos de frío y calor. No existirían las estaciones y, lo que es más importante, no se darían las condiciones perfectas para la vida. Cuando el equipo del largometraje Tierra partió para contar la historia de nuestro planeta, tomó al Sol como guía. El viaje comienza cerca del Polo Norte, con 24 horas de oscuridad durante el invierno. El Sol sólo aparece por primera vez sobre el horizonte en marzo. Aquí es donde encontramos a la primera protagonista del documental: una osa polar que ha pasado el invierno bajo la nieve. Las avanzadas técnicas de rodaje captan el momento en que sus oseznos se aventuran por primera vez bajo la luz del día. Los oseznos sólo quieren jugar pero su madre tiene otras cosas de las que preocuparse. En muy poco tiempo, encontrar alimento será una cuestión de vida o muerte. Nada más comenzar nuestro recorrido aprendemos que el Sol puede ser tanto una bendición como un castigo. Mientras que su calor es bienvenido, también empieza a fundir el paisaje en el que los osos polares han creado su hogar. Vemos al oso luchar mientras el hielo se funde bajo sus garras... Abandonando las heladas tierras árticas, viajamos hacia el sur, deteniéndonos para disfrutar de la visión de tres millones de caribúes en Canadá. Los más de tres mil km. que recorren en busca de pastos frescos suponen la migración terrestre más larga sobre la Tierra. Pero las vastas manadas no viajan solas. Hambrientos lobos las acechan a lo largo de todo el camino. Observamos desde el aire cómo colaboran los lobos para separar a una cría de su madre. ¿Cómo acabará la persecución? Para llegar hasta los primeros árboles de nuestro planeta debemos desplazarnos todavía más hacia el sur. A 2.000 km. del Polo Norte, los raquíticos arbustos marcan la “línea arbórea” de nuestro planeta – el punto más septentrional en el que pueden crecer los árboles. Aquí comienza la Taiga – el bosque de coníferas más importante del mundo. Esta solitaria masa arbórea se extiende sin interrupción por el hemisferio norte, con un tercio del número total de árboles existentes sobre la Tierra. En primavera, tras el deshielo, el oxígeno de todo el mundo aumenta gracias a estos árboles. Durante gran parte del año es un paraíso cubierto por la nieve, rara vez contaminado por las huellas. Los animales que viven en ella, como el solitario lince, son auténticos espíritus silvestres. A 2.400 km. del Polo Norte hay suficiente luz solar como para sustentar bosques de hoja ancha con campanillas, ruiseñores, zorros y ciervos. En primavera podemos ver como los polluelos de pato mandarín dan sus primeros y valientes saltos desde su nido, en lo alto de las copas de los árboles. Y en invierno, – cuando los árboles de hoja caduca pierden su follaje –, alcanzamos a ver al felino más raro del mundo. Un leopardo de Amur y su cachorro sobreviven a bajísimas temperaturas. Continuamos nuestro recorrido hacia el ecuador. Aquí el Sol brilla 12 horas todos los días. Cuando llueve bastante, hay vida en abundancia. Las selvas tropicales cubren sólo un tres por ciento de nuestro planeta, pero son el hogar de más de la mitad de toda su flora y fauna. Sólo en Papúa Nueva Guinea existen 42 especies diferentes de aves del paraíso, con una extraordinaria variedad de divertidas exhibiciones para el apareamiento. No obstante, no todas las zonas del ecuador son igual de acogedoras. En el Kalahari, el Sol cae de plano sobre el árido desierto. Aquí encontramos a una madre elefanta con su cría recién nacida que se desplazan con su familia en busca del paraíso del delta del Okavango. Tras días de marcha en busca de agua y alimento, los elefantes encuentran un pequeño abrevadero. Pero deben compartir la preciada agua con una manada de leones. ¿Cuánto durará su precaria tregua? El sol también rige la vida en los océanos. Es aquí donde nos adentramos en la etapa final de nuestro viaje. En las aguas tropicales cercanas al Ecuador nos encontramos con una ballena jorobada y su cría recién nacida. Cuando el ballenato alcanza los cinco meses de edad, esta familia de dos miembros parte hacia la migración de mayor duración de cualquier mamífero marino: más de 6.000 km. desde los trópicos hasta el extremo más meridional de nuestro planeta. Seguimos a las ballenas en su encuentro con algunos de los espectáculos más impresionantes de los océanos, y vemos cómo se forman violentas tormentas sobre los mares tropicales. Tierra muestra algunos de los paisajes más asombrosos de este planeta, desde las cadenas montañosas más destacadas hasta los mayores saltos de agua y los desiertos más áridos. Y también muestra a algunos de los animales más increíbles, cuyas vidas se encuentran en precario equilibrio. Con el comienzo del cambio en el ritmo de las estaciones, su lucha por la supervivencia se hace cada vez más dura. Y la vida en la Tierra continúa. Una historia que se repite miles de millones de veces al día, 365 días al año, al tiempo que la Tierra va cambiando de estación, con todos los seres vivos plegados ante el poder del Sol. Ningún documental había captado nunca el alcance épico del drama de todo un planeta, narrándolo con la conmovedora y reconfortante intimidad de animales reales como protagonistas. Hasta ahora.

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